CASOS GENIE Y VÍCTOR
Para cualquier estudiante de Magisterio o Psicología, los casos de Genie y Víctor son unos de los primeros en estudiarse, debido a la importancia que estos adquirieron en su tiempo.
Genie y Víctor fueron dos niños que no consiguieron desarrollarse con total plenitud.
Víctor, conocido como "El Salvaje de Aveyron", no tuvo ningún contacto humano durante su infancia, criándose solo en un bosque, mientras Genie sí lo tuvo, aunque mínimamente, ya que sus padres la encerraron en un sótano y podía escuchar las conversaciones que ellos tenían.


A pesar de estar aislados, Genie
consigue articular algunas palabras, aunque no consigue utilizarlas de una forma
gramaticalmente correcta, y Víctor consigue desarrollar su propio lenguaje
para comunicarse a pesar de que no consigue hablar.
Al igual que la relación con los seres humanos no fue igual que la hemos tenido nosotros, tampoco recibieron afecto, siendo este uno de los principales factores en el desarrollo.
Realmente, que nos vayamos a desarrollar en sociedad con otras personas es algo que damos por sentado, que es algo normal y que todo el mundo va a hacer, pero no somos conscientes de la valía que tiene hasta que vemos casos como estos.
Es clave que, tanto cuando seamos madres como profesoras de Educación Infantil, estimulemos a los niños y niñas de todas las maneras posibles, y les ayudemos a que se pongan en contacto con el medio, que lo descubran, y que se relacionen con sus iguales.
En problema suele estar en que mucha gente considera que esto es importante únicamente en los primeros años de vida y que luego ellos van a continuar solos, pero no. No podemos dejar que esto solo se haga únicamente hasta lo 3-4 años: esta estimulación tiene que perdurar con el paso de los años. Por eso, es muy importante que exista una comunicación constante entre padres y profesores y entre los propios profesores, y así ayudarnos mutuamente, porque ambos tenemos las mismas metas y los mismos fines: el desarrollo cognitivo en su plenitud del niño o niña.
Es necesario que prestemos atención de manera muy individualizada, para saber cuales son las necesidades de cada niño y cada niña, y en lo que se requiere que se haga más hincapié.
Así, si realmente todos colaboramos y nos ayudamos mutuamente, este objetivo no resultará complicado de conseguir.
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